¿La conoces, verdad? Sabes que en La metamorfosis, Gregorio Samsa se convierte en un monstruoso bicho, pero ¿Sabes qué hay detrás de esto? ¡Lee la reseña crítrica y descúbrelo!

Ficha técnica:

Título: La metamorfosis / La transformación.
Autor: Franz Kafka.
Año de publicación: 1915.
Páginas: 95.
Calificación en Goodreads: 4

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La metamorfosis (recientemente traducida como La transformación) de Franz Kafka es una obra corta y famosísima que todos sabemos, más o menos, de qué trata: Gregorio Samsa, un comerciante de telas, se levanta una mañana convertido en un monstruoso insecto.

¿Pero por qué hay este extraordinario suceso se representa en la obra como si fuera algo cotidiano? Eso es lo que analizaremos en esta reseña.

Resumen La transformación

El resumen de La metamorfosis es muy sencillo y todos sabemos, más o menos, el argumento de esta: Gregorio Samsa, un comerciante de telas, se levanta una mañana convertido en un monstruoso insecto. En la extrañeza de su nuevo cuerpo, Gregorio se pregunta desde su cama cómo se supone que va a ir a trabajar si está convertido en un bicho.   

Mientras empieza a familiarizarse con su cuerpo en la cama, su familia se percata de que Gregorio no se ha levantado a trabajar, él intenta tranquilizarlos gritándoles desde su habitación pero su familia no parece entenderlo.  

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La mañana sorprende a Gregorio cuando su jefe llega a su casa para buscarlo, pero este nunca se imaginaría, ni la familia Samsa tampoco, lo que encontrarán cuando Gregorio abra la puerta: un enorme insecto.  

A partir de ahí comienzan días llenos de zozobra en la familia Samsa porque ahora Gregorio, quien era el sustento de la familia, no puede trabajar más. El dinero se agota, la comida escasea y entonces los padres y la hermana de Gregorio tienen que buscar la forma de subsistir y convivir con el enorme insecto que sigue encerrado en el cuarto, mientras en lo profundo de sus almas crece el deseo de deshacerse de él. 

Análisis literario La metamorfosis

La metamorfosis, o La transformación, es lo que se conoce como una novella. Este término, que surgió en el Renacimiento en Italia y Francia, se refiere a los textos de ficción narrativa que son más cortos que una novela, pero más largos que un cuento. En español se les denomina “novela corta”. 

En la novella vemos una trama que presenta menos conflictos y personajes que los una novela. Así pues, vemos que los personajes de La metamorfosis son Gregorio Samsa, a Grete Samsa (la hermana de Gregorio), los padres de Gregorio y, con muy poco protagonismo, a las sirvientas y huéspedes de la casa Samsa. Hay una trama y un conflicto concreto: la transformación, y de allí se desprende toda la narración que ocurre siempre en un espacio pequeño y cerrado: la casa de los Samsa. 

Pero a pesar de lo limitado de sus recursos, La metamorfosis logra, como una fábula, encerrar una situación que representa un problema claro y pertinente para la sociedad. Y es que, sobre todo entonces, a principios del siglo XX, cuando la industrialización estaba consolidándose en toda Europa, empezaba a surgir o hacerse más claro el hastío de la vida moderna en una sociedad capitalista donde el papel del hombre se limitaba a un asunto de producción: lo único que se espera del hombre es que agache su cabeza, se parta el lomo en su trabajo y lleve el dinero a casa. 

Todo empieza por el comienzo…

Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un monstruoso insecto

la metamorfosis, franz kafka.

Indudablemente, el comienzo es parte esencial de una historia porque nos engancha, nos intriga, y nos invita a seguir leyendo.

Bien hacía Terry Eagleton, el famoso crítico literario inglés, al dedicar todo el primer capítulo de su libro Cómo leer literatura a los comienzos.  

Este al que nos enfrentamos hoy, el de La metamorfosis de Franz Kafka, ha entrado indudablemente en la pléyade de los mejores comienzos de la literatura, junto con, por ejemplo, el de Don Quijote, el de Cien años de Soledad, el de Orgullo y prejuicio o el de Canción de Navidad de Charles Dickens. 

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Pero ¿qué nos dice Franz Kafka con el comienzo de La metamorfosis? Nos habla de un evento absurdo, surreal y, hasta cierto punto, inverosímil. Pero lo interesante no es esto, lo interesante es que la transformación es un evento que no es en sí relevante para la obra. ¿Qué es entonces relevante en esta obra? 

Para entender qué buscaba Kafka al convertir a su personaje en un insecto tenemos que pensar primero en cómo lo hace. 

En la narración, Franz Kafka no se preocupa por mostrarnos las causas o el proceso biológico que llevó a Gregorio Samsa a convertirse en un insecto. No nos habla de cómo sus partes fueron cambiando de un brazo humano a una pata de insecto, no nos habla de una pócima que tomó la noche anterior, ni nos tampoco del laboratorio ultra secreto que la creó con fines experimentales. No. Kafka simplemente nos presenta a Gregorio convertido en un insecto y nunca como un ser humano. ¿Por qué? 

Al presentarnos a su héroe, o más bien antihéroe, como un insecto, Franz Kafka logra un distanciamiento, una enajenación que nos permite ver “desde afuera” una situación que vivimos nosotros los lectores, humanos, desde adentro.  

La enajenación nos da la perspectiva que necesitamos para ver objetivamente uno de los fenómenos o los problemas que plantea el libro: la deshumanización del hombre. 

Con respecto al recurso que usa Kafka de presentar una situación grotesca (entendida como una categoría estética diferenciada de la idea clásica de belleza, en oposición a la categoría de lo sublime). El crítico alemán W. Kayser señala que “esta estética delimita las fronteras entre realidad y absurdo, entre máscara y persona; y produce así el elemento de desarmonía que lo caracteriza y deja expuestos los componentes absurdos, degradantes y sorprendentes.”

Muchos críticos incluso señalan que esta obra daría pie a lo que después se conoció como el Realismo mágico

La deshumanización en La metamorfosis

Uno de los temas más recurrentes en los análisis literarios de la obra La metamorfosis de Franz Kafka es la deshumanización o el proceso de degradación del ser humano en la obra y, por extensión, en la sociedad.  

Hay un aspecto que llama mucho la atención en La metamorfosis y es que, a pesar de que nunca en la obra vemos a Gregorio Samsa siendo humano físicamente, sí lo conocemos mentalmente humano.  

En un primer momento Samsa se preocupa por su familia, por su trabajo, por su hermana y él deseo que tenía este de mandarla a estudiar al conservatorio. Al principio de la obra Gregorio también tiene intereses humanos e incluso artísticos al presentarnos el marco de madera que fabricó para la fotografía de la mujer colgada en su cuarto. Pero de todos los rasgos humanos que le conocemos a Gregorio en la obra, el más clave es el habla: Gregorio Samsa, aún convertido en bicho, intenta hablar. 

¿No parecería entonces que, al quitarle los muebles, renunciamos a toda esperanza de mejoría y que lo abandonamos sin consideración alguna a su suerte? (…) Al oír estas palabras de la madre, comprendió Gregorio que la carencia de toda relación humana directa, unida a la monotonía de la existencia que llevaba entre los suyos, había debido trastornar su inteligencia en aquellos dos meses, pues, de otro modo, no podía explicarse que él hubiese deseado ver su habitación vacía.

Pero, a medida que transcurre la obra, empezamos a ver cómo Gregorio Samsa empieza a perder su lado humano. El primer paso es, por supuesto, la transformación en un insecto gigante, después viene la pérdida de la comunicación con su familia, los gustos por la comida fresca, la pérdida de los vínculos familiares y humanos, etc.  

Todo Gregorio, física y mentalmente, así como su contexto familiar, se transforman, sufren una metamorfosis que termina sumiendo a Gregorio Samsa en un anonimato y en un descuido total: Gregorio ya no importa y hay que deshacerse de él. 

“- Es preciso que intentemos deshacernos de él (…) Esto acabará matándonos a los dos, lo estoy viendo. Cuando hay que trabajar lo que nosotros trabajamos, no es posible sufrir, además, en casa, estos tormentos. Yo tampoco puedo más.” 

Al ya no trabajar y aportar a su casa, al no poderse valer por sí mismo ni poderse comunicar e interactuar con los miembros de su familia, Gregorio Samsa pierde su humanidad, es solo un animal sin función ni valor social dentro del mundo en que vive, representado en su hogar. 

¿Cuál es entonces el valor del hombre? ¿No deberíamos acaso ser valorados por el hecho de ser humanos?

La metamorfosis y Carta al padre

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Quienes hayan leído Carta al padre de Franz Kafka sabrán lo profundamente personal que es este texto que Kafka le escribe a su padre, y de las directas referencias que hace el escritor con respecto al impacto de la relación con su padre en toda su obra. 

Cuando estaba leyendo La metamorfosis, no pude sino sonreír al reconocer pasajes en los que notaba un estrecho vínculo entre lo que le dice y reprocha Kafka a su padre en la carta, y lo que piensa Gregorio Samsa, sobre todo, con respecto al trabajo. 

Hernann Kafka, el padre de Franz Kafka, era un exitoso comerciante de Praga que había empezado desde el fondo y había hecho su fortuna con trabajo fuerte y mano dura. 

Esto es algo que señala Franz en Carta al padre reprochándole a Hernan Kafka que fuera tan insensible y rudo con sus empleados, y con él mismo, su hijo. 

O tu frase constante acerca de un empleado enfermo del pulmón: «¡Que reviente ese perro enfermo!» A los empleados los llamabas «enemigos pagados», y lo eran, pero antes de que lo fueran, tú me parecías haber sido su «enemigo pagador». 

 Un fragmento en suma parecido a este de La Metamorfosis: 

 ¿Por qué estaría Gregorio condenado a trabajar en una casa en la cual la más mínima ausencia despertaba inmediatamente las más trágicas sospechas? ¿Es que los empleados, todos en general y cada uno en particular, no eran sino unos pillos? 

Y es que el asunto del trabajo cobra en la obra una vital importancia. Al principio de la obra vemos a Gregorio preocupado por no poder ir a trabajar, pero más aún, por el peso que le supone su trabajo y su jefe. 

Gregorio es un viajante de telas que no parece disfrutar de su trabajo, que le pesan los viajes, su forma de vida y que confiesa solo hacerlo para ayudar a su familia a salir de una deuda. 

Esos madrugones – se dijo – lo aturden a uno por completo. Un hombre necesita dormir lo justo. Hay viajantes que se dan una vida de reyes. Cuando a media mañana llego a la fonda para anotar los pedidos, los encuentros sentados, tomando el desayuno. Si yo, con el jefe que tengo, quisiese hacer lo mismo, me vería inmediatamente despedido. Y ¿quién sabe si esto no sería para mí lo más conveniente? Si no fuese por mis padres, hace rato que me hubiesen despedido (…) Pero lo que es la esperanza, todavía no la he perdido del todo. En cuanto tenga reunido el dinero necesario para pagarla la deuda a mis padres, ¡claro que lo haré! 

El interés que muestra la familia de Gregorio al depender económicamente de él se ve a lo largo de la narración cuando, por ejemplo, con insistencia preguntan a Gregorio por qué no va a trabajar y se muestran tan insensibles con él como su mismo jefe. Solo su madre, por instantes, parece querer reconocer a Gregorio en la figura de ese bicho gigante. 

Pero a medida que avanza la narración vamos viendo cómo la actitud de la familia ante Gregorio sufre también una trasformación y va saliendo a la luz una conclusión inevitable: Gregorio estaba siendo explotado por su familia. 

Pero, pese a todo, ¿aquel hombre era realmente su padre? ¿Era este aquel hombre que antaño, cuando Gregorio se preparaba a emprender un viaje de negocios, permanecía fatigado en la cama? (…) Pero no, ahora se lo veía derecho y firme, con un sobrio uniforme azul con botones dorados, como el que usan los ordenanzas de los bancos. 

¿Sabías que..?
«La transformación» es la traducción correcta al español de Die Verwandlung, título original en alemán de «La metamorfosis». Las últimas ediciones editadas han cambiado el clásico nombre por este mejor traducido. ¿Qué opinas de esto?
Entérate de más aquí.

Opinión

Esta fue mi segunda lectura de La metamorfosis (y sin duda no la última) y no deja de sorprenderme el hecho de que la historia parezca tan sencilla, pero a cada vuelta de página encontremos, como susurrándonos, preguntas e ideas que nos hacen preguntarnos realmente sobre nuestra condición humana y nuestro papel en la sociedad. 

Esta corta lectura ofrece, como toda gran literatura, una historia entretenida que logra hacernos ver nuestra realidad de forma diferente. 

¡Buena lectura!

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