Las reputaciones, la novela corta de una Gabriel Vásquez, el escritor colombiano alabado por Vargas Llosa. Esta pequeña historia, de calidad narrativa excepcional, explora el poder de los medios sobre la vida de las personas.

Ficha técnica:

Título: Las reputaciones.
Autor: Juan Gabriel Vásquez.
Año de publicación: 2013.
Extensión: 140 páginas (netas).
Calificación mía en Goodreads: 4

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Juan Gabriel Vásquez nació en Bogotá en 1973. Es escritor pero también traductor (como yo) de autores como Víctor Hugo. Fue galardonado en 2011 con el premio Alfaguara de Novela por El ruido de las cosas al caer y es, según Mario Vargas Llosa, una de las voces más originales de la nueva literatura latinoamericana.

Resumen Las reputaciones

La vida es el mejor caricaturista. La vida nos labra nuestra propia caricatura. Tienen ustedes, tenemos todos, la obligación de hacernos la mejor caricatura posible, de camuflar lo que no nos guste exaltar lo que nos guste más.

Esta novela corta, escrita en 2013, es la historia de Javier Mallarino, un caricaturista colombiano que al principio de la novela es condecorado por su trayectoria profesional.

Durante sus cuarenta años de carrera Mallarino fue la voz crítica de la opinión política en Colombia, creando con sus dibujos opiniones que conseguían cambiarle de rumbo a la política colombiana y dibujar, o desdibujar, las reputaciones de los políticos y demás personajes públicos nacionales.

Lo importante en nuestra sociedad no es lo que pasa, sino quién cuenta lo que pasa.

El punto de quiebre de la novela se da después de la ceremonia de condecoración cuando a Mallarino se le acerca una mujer que le pide una entrevista al día siguiente en su casa. Esta mujer, que termina siendo la que fuera una niña hacía 28 años que había vivido un episodio en el que había estado involucrado Mallarino y que había cambiado para siempre su vida, cambia el rumbo de la historia y nos adentra al pasado, y en concreto a un episodio, de la vida del caricaturista.

Mallarino se encuentra pues ahora enfrentándose a un pasado que ya creía estático, pero que descubre que todavía le afecta su presente y su posición ante el mundo.

Análisis literario

Temas

  • La reputación: es, digamos, el tema central de la obra y a quien se le debe el nombre de la novela. En el libro y en algunas entrevistas, Juan Gabriel Vásquez discute lo frágil que es la reputación en un mundo como el actual. La información hoy en día se replica exponencialmente en el mundo y se fragmente y se riega tan fácil y rápido como un virus. Una imagen comprometedora de algo o un fragmento de algo dicho puede mutilarse, arreglarse y presentarse de tal manera que puede a veces ir incluso de la intención inicial del emisor. Las declaraciones privadas ya son cada vez menos privadas al igual que nuestra vida privada. Somos seres cada vez más expuestos, somos todos figuras públicas. Una foto que publicamos en nuestros perfiles de redes sociales o algo que comentemos son accesibles literalmente a todo el mundo y puede hacerse con ella, literalmente, cualquier cosa.

  • La responsabilidad pública: aquí es cuando entra el otro tema del libro y es la responsabilidad, dicha de algún sentido, de los gestores de la información, entendidos estos como los periódicos, noticieros y demás medios, pues la información puesta en las manos del público y de su fervor amarillista y arremetedor podría por llegar incluso, no solo a acabar con la reputación de una persona, sino con la persona misma. Este tema es muy sensible para Vásquez dado que él es columnista de El Espectador. (sobre este tema hablará después en su siguiente obra La forma de las ruinas.)

  • La memoria: un tema recurrente en la obra de Juan Gabriel Vásquez es la memoria y su capacidad de cambiar, de mutar. El pasado no pasa según el escritor bogotano, sino que sigue vivo afectando nuestro presente.
    En el libro, sobre todo en la tercera parte, la memoria y su capacidad de reformar el presente, e incluso de determinar el futuro, definen los comportamientos y decisiones de los personajes.

Narrativa

  • Las imágenes: el estilo de Juan Gabriel Vásquez está lleno de imágenes. A lo largo de la narración, el escritor nos describe no tanto la escena en la que transcurre algún episodio, sino los elementos que interactúan de alguna forma con el entorno de los personajes, su percepción sobre algún objeto, sobre los movimientos de una persona y sobre todo los rasgos de ellas. Esta parte es interesante pues Vásquez logra crear una figura creíble en Mallarino, la de un caricaturista que todo el tiempo está analizando y dando significado y relevancia a los rasgos faciales de las personas con quienes se cruza. La narración, pues, se ve adornada de un montón de imágenes que nos hacen sentir en la escena misma, viendo, tocando y hasta oliendo lo que el personaje mismo ve, toca y huele.

  • El tiempo: el tiempo real de la novela, entendido como el momento en el que empieza la narración y el momento en que termina, no es sino de dos día: desde que Mallarino está embolando sus zapatos antes de ir al Teatro Colón a eso de las cinco de las tarde, hasta las tres de la tarde de dos días después cuando se encuentra con Samanta. En estos dos días sin embargo, nos vamos devolviendo en el tiempo 40 años, 28 años, para recordar episodios de la vida de Mallarino que han trazado el que es en el presente de la novela, su vida. Así, con movimientos imperceptibles y giros suaves, líquidos, vamos yendo y viniendo del pasado al presente, de un lugar a otro sin darnos cuenta, casi arrastrados por la prosa envolvente y diáfana llena de imágenes y de una naturalidad hipnótica de Juan Gabriel Vásquez.

    Uno de los episodios que más me impactó de esta novela desde la primera lectura, y que lo hizo nuevamente en la segunda, fue un episodio en la página 68, en el que sentí como si el narrador y yo fuéramos un fantasma al lado de los personajes que hablaban en el solar trasero de una casa, y desde ahí hasta la puerta principal. Con una narración descriptiva y movediza, me llevaba desde la mismísima parte de atrás de la casa hasta el frente como un fantasma, cruzando muebles, personas y puertas.

Los grandes caricaturistas no esperan el aplauso de nadie, ni dibujan para conseguirlo: dibujan para molestar, para incomodar, para que los insulten.

Personajes

A pesar de que es una obra muy corta, aproximadamente 130 páginas, Juan Gabriel Vásquez logra crear personajes muy definidos. El orgullo y esa cierta indolencia de Mallarino junto con su romanticismo, lo enérgico y autoritario de Rodrigo Valencia y su forma de hablar tan bogotana, lo decidida, sensual y fuerte de Magdalena. Todas esas características de los personajes nos llegan precisas y definidas para darle a la historia mucha más fuerza.

Opinión

No puedo decir más aparte de que corran a prestar o comprar este libro corto y certero, una historia envolvente que te invita a devorarla en uno o dos días como mucho. Leer a Juan Gabriel Vásquez es fácil, en el sentido en que su prosa es desenvuelta y natural, extremadamente parecida a su hablar, donde muletillas como “una suerte de” se encuentran detrás de cada página.

A pesar de su brevedad, el libro trata temas muy profundos y en su corta extensión se interna por la mente de los personajes de una manera asombrosa. Con todo, a este libro le daría un sólido 4.5 de 5, porque la última parte, a pesar de que cumple bien su función de cierre, está llena de datos huérfanos que parecieran forzar la trama y hasta sobrar en un libro que de por sí, por su extensión, tiene lo justo.

¡Buena lectura! 😀

¿Ya leíste Las reputaciones de Juan Gabriel Vásquez?